Además los partidos políticos perciben de todos los Ayuntamientos de España (más de 8.000), unas cantidades fijas por cada regidor obtenido en las elecciones municipales.
En Montcada i Reixac, por ejemplo, el PSC percibe mensualmente 3.700€, CIU 2.200, ICV-EUiA otros 2.200, el PP 1.600 y ERC otros 1.600, a ello hay que sumarle los sueldos de los regidores, las asistencias a comisiones tanto municipales como de empresas municipales y la asistencia a los Plenos.
Es decir, bastante más de 11.300€ mensuales que aportan los ciudadanos de Montcada para mantener las estructuras de los partidos políticos con representación en el Consistorio.
Los partidos son máquinas de hacer dinero y siendo así, ¿qué interés pueden tener los grandes partidos en modificar la Ley electoral que tanto les beneficia?. Ninguno y por lo tanto, no la cambiaran a menos que un partido bisagra les imponga como medida indispensable la modificación de la Ley electoral que por otro lado es injusta ya que lo justo sería que un ciudadano, un voto viva donde viva y se evite lo que está ocurriendo que dependiendo de la circunscripción y al partido que vote el valor puede ser de 1 a 6. Se da la circunstancia que a UPyD en las últimas elecciones un diputado les costó 306.000 votos y en cambio al PP o al PSOE algo más de 40.000. No es justo y por lo tanto no es democrático.
La reforma electoral no sólo es necesaria, es también indispensable para sentirnos que vivimos en un país donde no esté en entredicho la igualdad de los ciudadanos y se disipen las leyes que han quedado obsoletas que impiden que vivamos en verdadera democracia y no ésta partitocracia que nos imponen.
Además de lo económico, la maquinaria de los grandes partidos “colocan” a los suyos y por lo tanto bien podríamos decir que prevarican con el dinero de los ciudadanos, sin olvidar el uso que le dan al dinero de las subvenciones destinadas a fundaciones, entidades y sindicatos de su misma cuerda. Sobre los sindicatos ya me extenderé en un próximo comentario exclusivo para ellos.
Utilizan el “enchufismo” y el “amiguismo”. Tú colocas a mi hijo en tu Ayuntamiento y yo coloco a otro. Mantienen un ejército de “enchufaos” y “cargos de confianza” que dedican su vida a vivir del cuento y mantener el sistema que tanto les favorece. De ahí, que la Administración funcione como funciona, puesto que lo prioritario no son los méritos personales de los candidatos a puestos de la Administración, sino los intereses corporativos y personales.
Fuerte va a sonar lo que digo a continuación, pero es lo que pienso y no me avergüenzo por ello, sino todo lo contrario ya que en el interior de las personas decentes se mantiene vivo este pensamiento: “Se están cargando los cimientos de la democracia. La ciudadanía dejará de estar ajena y poco a poco ya está dando avisos como con dejar de votar y mantener un alto grado de abstención en todas y cada una de las elecciones que se celebran. Necesitamos una democracia limpia, justa, participativa, transparente y porqué no decirlo, necesitamos un Poder Judicial ajeno a los partidos políticos que sea garante de los derechos del individuo”.
"No acepto pulpo como animal de compañía"
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