Tirar la piedra sin esconder la mano.

Obtenido en el blog de César Arrizabalaga Ex_ alcalde de Montcada i Reixac

¿De dónde tiene que venir la renovación? Soy del parecer de que tenemos que pensar en aquellas personas que han trabajado en segunda línea, que han acumulado experiencia, que han participado activamente en proyectos compartidos, que muestran empatía, que saben sumar y no restar.

Estas personas deben tener protagonismo y no dejarnos llevar por la moda del momento, aquella que da más importancia a la forma que al fondo, al continente que al contenido.

Y, sobre todo, tenemos que afinar mucho y ser agudos para descartar a aquellas personas interesadas que, con un interés meramente personal, se nos han acercado con la única finalidad de obtener un cargo público o un trato de favor.

Personalmente, lo tengo muy claro: ser mujer o joven, o cualquier otra cuota demográfica, puede ser una condición positiva y necesaria de representación, pero no suficiente para desempeñar cometidos de responsabilidad. Hace falta, además, capacidad, actitud proactiva y aptitudes para realizarlas. Como decía mi buen amigo, los electrodomésticos duran diez años y cuando llega el momento de cambiarlos hay que acertar en la renovación, no dejarse llevar por ofertas espectaculares, por envoltorios glamorosos o por la publicidad engañosa.

Lo barato se acaba pagando caro.

En otra de sus reflexiones dice: “La más importante es la selección natural de cualquier organización. Así, los que gobiernan no son, necesariamente, los más capacitados o expertos, ni los que llevan más años, sino, con mucha frecuencia, y más en unos partidos que en otros, los más obedientes y sumisos, aquellos que mejor interpretan las palabras de sus superiores, mejor saben hacer la pelota, o mejor se mueven en la corte palaciega.”

Interesantes reflexiones que con total seguridad se enmarcan en la elección de María Elena Pérez como su sucesora en la alcaldía y casi con toda probabilidad candidata por el PSC a la alcaldía de Montcada i Reixac en las próximas elecciones municipales del próximo mes de Mayo, si bien no conocemos si en la agrupación local del PSC se han celebrado elecciones primarias, cosa que no parece.
Arrizabalaga parece distanciarse públicamente de los órganos y personas que determinan quien y cuando ya que en otra reflexión añade que los más obedientes y sumisos, los que mejor saben hacer la pelota, o mejor se mueven en la corte palaciega son los elegidos a ocupar cargos de relevancia, por lo que él llama “generales” que ni conocen la realidad de la sociedad.
Con estas reflexiones Arrizabalaga da un cambio radical a la estrategia que ha venido manteniendo durante los más de 10 años que ha “controlado” la agrupación local del PSC ejerciendo con las mismas maneras que hoy critica.
Se nota que la designación de María Elena Pérez no es de su agrado, dice que ser mujer, joven, etc. no es suficiente para ocupar un cargo de tanta relevancia y es más dice que hace falta más capacidad y conocimientos y no dejarse llevar por envoltorios glamorosos. Cuánta razón tiene en éste caso el Sr. Arrizabalaga, no hay más que escuchar los pequeños “mítines” que da la Alcaldesa en sus intervenciones, el último ejemplo que la vi fue en Terra Nostra con la llegada de los pajes y sinceramente no dedicó ni una palabra de ilusión sobre ése día a los niños, habló, mejor dicho leyó un corto discurso sobre la crisis, de estar trabajando por la ciudad, etc. etc., todo ello sin que la gente del pueblo le prestara atención. Una foto más en su álbum. Nada más.
Entiendo que Arrizabalaga le da una pedrada en el ojo a la Sra. Pérez y muchos de los militantes del PSC en Montcada se adhieren al desencanto de tener que apoyar a una persona impuesta por la dirección comarcal del partido, que no ha sido votada por la ciudadanía y que no reúne los mínimos requisitos para dirigir nuestra ciudad en los próximos cuatro años por muchos lazos que le pongan al envoltorio y por bien que se desenvuelva en la “corte palaciega”.

Otra cosa es el equipo que la acompañará, el cual aún desconocemos pero tiempo habrá de tratar el tema.